En la actualidad, tres de los ocho reactores nucleares españoles están parados. El de Garoña (en la imagen), por "cese de actividad" desde el pasado 28 de diciembre; el de Trillo, en "parada de recarga de combustible y mantenimiento general" desde el 17 de mayo; y el de Almaraz II, desde el pasado dÃa 23 cuando se produjo una "parada no programada del reactor registrada a las 22:32 hoas".
El parque nuclear español tiene ahora mismo desenchufados 1.616,5 MW, es decir, el 20% del total de la potencia nuclear instalada en España (7.853 MW).
La parada no programada de Almaraz, que se produjo el pasado dÃa 23 y sumada a las otras dos paradas, ha rebajado en un 20% la potencia nuclear en operación en España.
El caso es que la desconexión de las tres centrales contrasta con las maniobras que han protagonizado a lo largo de las dos últimas semanas Nuclenor -empresa propietaria de Garoña- y el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Nuclenor presentó el pasado dieciséis de mayo un escrito al Ministerio de Industria para pedir que se revocara parcialmente una orden ministerial -IET/1453/2012, de 29 de junio- con el objetivo de "mantener asà la posibilidad de solicitar la renovación de la autorización de explotación vigente", o sea, con el fin de prorrogar la operación de Garoña. Y el CSN ha dicho sà a esa revocación, abriendo de ese modo la puerta a la reconexión de la central más vieja del parque nuclear nacional.