Investigadores del Grupo de TecnologÃa de Procesos QuÃmicos y BioquÃmicos de la Universidad de Valladolid (UVA) trabajan en un proyecto del Plan Nacional de I+D+i, con la colaboración de investigadores del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACYL), en el que estudian el empleo del bagazo de la cerveza, el residuo sólido que se genera en el proceso de su elaboración, para la producción de biobutanol, un tipo de biocombustible con gran potencial debido a su similitud con la gasolina.
Como detalla MarÃa Teresa GarcÃa Cubero, investigadora del Grupo de la UVA y responsable del proyecto, una de sus principales lÃneas de investigación se centra actualmente en el aprovechamiento de residuos de tipo agrÃcola para la obtención de biocombustibles como el bioetanol o el biobutanol.
No obstante, este último presenta mayores ventajas ya que contiene un Ãndice de octanaje similar al de la gasolina y se podrÃa utilizar en mayores porcentajes que el bioetanol sin modificar los motores de combustión.
Una lÃnea importante de cara al futuro es la producción sostenible de biocombustibles. Ellos han trabajado en la producción de biobutanol a partir de distintos residuos agrÃcolas como la paja de cereal o la melaza, un subproducto de la industria azucarera, y ahora están estudiando el aprovechamiento del residuo sólido de la cerveza, el bagazo. El proyecto nacional, recientemente concedido, se extenderá a lo largo de tres años.
El bagazo de la cerveza está disponible en grandes cantidades (se estima que representa cerca del 30 por ciento del grano de la cebada), por lo que las industrias cerveceras tienen especial interés en su valorización y utilización como recurso para generar nuevos productos de valor añadido, como es el caso del biobutanol.
Nuevas lÃneas de negocio que permitirÃan además cerrar el ciclo de producción. No obstante, el aprovechamiento de estos residuos está aún poco explotado, sobre todo en el caso de las pequeñas empresas cerveceras, que tendrÃan en el ámbito de los biocombustibles una buena forma de dar salida a este subproducto.
En el caso del proyecto del Plan Nacional, será una empresa de Montemayor de Pililla (Valladolid) que elabora distintas variedades de cerveza artesanal, Cerveza Milana, la que aporte el bagazo como materia prima para la obtención de biobutanol.
El Grupo de TecnologÃa de Procesos QuÃmicos y BioquÃmicos ha obtenido recientemente la calificación de Unidad de Investigación Consolidada por parte de la Junta de Castilla y León, un distintivo que reconoce a los grupos de investigación de la comunidad que cuentan con un mayor nivel de calidad y de producción cientÃfica.
El grupo, que se constituyó formalmente hace diez años, está compuesto por varios profesores del Departamento de IngenierÃa QuÃmica y TecnologÃa del Medio Ambiente de la UVA, Gerardo González, su fundador, Susana Lucas, Mónica Coca y la propia MarÃa Teresa GarcÃa Cubero.
Además del desarrollo de bioprocesos y tecnologÃas de fermentación (la optimización y diseño de biorreactores y la obtención de bioproductos como biocombustibles lÃquidos o ácidos orgánicos), el equipo ha trabajado en estos años en el tratamiento de efluentes y residuos, la obtención de enzimas y biopolÃmeros o el desarrollo de tecnologÃa en el proceso de fabricación de azúcar (plantas piloto, sistemas de adsorción/intercambio iónico, cristalización, etc.) dentro del Centro de TecnologÃa Azucarera (CTA) de la UVA en el que también colaboran profesores de los departamentos de IngenierÃa de Sistemas y Automática y de QuÃmica AnalÃtica.