El sector eléctrico ha visto reducirse su demanda como consecuencia de las abundantes lluvias del mes de marzo, el viento de borrascas y el hundimiento de la demanda de electricidad por la Semana Santa. En estos casos, lo habitual es que REE (Red Eléctrica de España) mande para la producción eólica que España no puede absorber. Sin embargo, esta vez ha ido más lejos y el viernes, de forma extraordinaria, mandó que se redujese casi un 20% la potencia de las nucleares. Hace unos 15 años las nucleares solían bajar la potencia los viernes y la recuperaban los domingos, pero en líneas generales, la energía nuclear no varía su producción en función de la demanda.
El viernes pasado a la una de la tarde la potencia nuclear en funcionamiento era de 7.080 megavatios. Todo el parque nuclear estaba en marcha a excepción de Garoña, parada desde diciembre. A esa hora comenzó a aplicarse la bajada de potencia ordenada por Red Eléctrica en previsión de la llegada de los días festivos. Las plantas comenzaron a bajar casi un 20%. Se salvó un reactor de Ascó que la semana que viene entra en recarga. A las diez de esa noche, Viernes Santo, ya solo había produciendo electricidad 5.960 megavatios atómicos. La bajada equivale a desconectar un reactor nuclear, y aunque en principio solo era aplicable hasta ayer se prolongó unas horas. Al ser el descenso de potencia menor del 20% no hay que notificarlo al Consejo de Seguridad Nuclear.
Hasta ahora, la producción nuclear se daba por segura y estable, invariable a la demanda. Los productores de renovables llevan años criticando que las nucleares no modulan su producción. Sí lo hacen en Francia cuando cae la demanda por la noche.
En noviembre del año 2008,, durante un temporal de viento de un fin de semana, REE mandó, por primera vez, desconectar molinos de la red. No había suficiente demanda ni capacidad para exportar más electricidad. Desde esa fecha, los vertidos de energía eólica se han hecho cada vez más frecuentes, casi siempre de madrugada. Fuentes del sector eólico consultadas por diversos medios señalaron que sólo el Viernes Santo sufrieron vertidos que supondrían unos 12 millones de euros en primas.
Con la orden dada el pasado viernes, REE rompe con una larga tradición, ya que ninguna de las fuentes del sector que fueron consultadas recuerda un precedente similar en, al menos, 15 años. Desde que hay ciclos combinados con gas natural, centrales flexibles que se apagan y encienden rápidamente, la nuclear dejó de ser considerada una fuente modulable.
El recorte llega en unas circunstancias excepcionales. El mes de marzo ha sido el más lluvioso desde que en 1943 comenzaron los registros, con 150 litros por metro cuadrado de media, lo que ha desbordado los ríos y llenado los pantanos. El embalse de la Serena (Badajoz), el mayor de España, comenzó el pasado miércoles a desembalsar por segunda vez en su historia. No es solo la lluvia, sino que los pantanos deben liberar caudal en previsión del deshielo. El resultado es que la producción hidráulica en marzo ha sido 3,35 veces superior a la del mismo mes del año pasado.
El viento también ha soplado de forma constante, con lo que la generación eólica ha superado en un 53% a la de marzo de 2012. Eso, sumado a que la demanda eléctrica sigue en caída libre y ha bajado un 2%, da el resultado de que sobra incluso producción nuclear, hasta ahora intocable. Y eso, con Garoña parada.
Una portavoz de REE explica que la decisión “se debe a que la demanda está en mínimo anual y ha habido superproducción de eólica e hidráulica”. “Reducir la nuclear solo se hace en casos excepcionales”, añade, aunque no puede precisar cuándo había sido la última vez que había ocurrido algo así.
Fuentes del sector señalan el malestar del sector nuclear con esta decisión de REE por el precedente que supone, ya que implica que esta fuente no está libre de recortes.
Prueba de que el sistema eléctrico está sobrepasado es que el mercado mayorista lleva días a precio cero, ya que se cubre la demanda con nuclear, eólica e hidráulica, que ofertan gratis. Lo que hasta ahora era una rareza, se ha convertido en 2013 en algo relativamente frecuente. Eso no afecta directamente al precio que pagan los ciudadanos, que se fija en una subasta trimestral.