Las bajadas de precios de los carburantes que se producen los lunes en España han ocasionado un que la CNE (Comisión Nacional de la Energía) abra un expediente informativo a las petroleras en lo que se ha denominado "efecto lunes". Este expediente es el paso previo al expediente sancionador y trata de "determinar la causa e identificar qué operadores pueden estar siendo responsables de las citadas actuaciones".
El organismo ya había observado que los lunes bazjan los precios y los viernes suben, cuando el consumo de gasolinas aumenta considerablemente. Los cambios en el coste que los consumidores soportan podrían venir determinados por el interés de los operadores de que en las estadísticas europeas (el Boletín Petrolero de la UE, elaborado con los precios de los lunes) se reflejen tarifas inferiores a las reales.
El informe abierto por la CNE, según adelantó Infolibre, analiza la evolución de los precios los domingos, lunes y martes de cada semana de los años 2007 a 2012. Y concluye que “en el segundo semestre de 2012 existen comportamientos indiciarios de la existencia de prácticas que alteran el normal funcionamiento del mercado de la distribución minorista de carburantes”. A diferencia del resto de años analizados, en más del 70% de los lunes de 2012 los precios cayeron con respecto al domingo, alcanzando diferencias de menos tres céntimos seguidas de subidas los martes, en su mayoría con valores superiores a los que bajaron el lunes inmediatamente anterior.
Del análisis se desprende que esta evolución no se justifica por un comportamiento similar de las cotizaciones internacionales de referencia para gasolinas y gasóleos. Además, el “efecto lunes” se fue intensificando a lo largo del último trimestre de 2012, tanto en gasolina 95 como el gasóleo A, tras el anuncio del Gobierno sobre la adopción de medidas dirigidas a mejorar la competitividad del sector.
Los precios van creciendo paulatinamente durante los días centrales de la semana, y el viernes alcanzan su máxima cota. Un informe de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), que denuncío la actuación, afirma que la práctica de bajar los precios a comienzo de semana y subirlos después, parece que ha ido a más con el paso del tiempo, pasando del 1% al principio a más del 2% en la actualidad. También la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) había anunciado en el Congreso que estaba investigando esta práctica, según anunció en el Congreso su presidente, Joaquín Garcia Bernaldo de Quirós, quien también denunció la existencia de rigideces del mercado que dificultan la competencia efectiva. En todo caso, subrayó que esas rigideces son idénticas a las de otros países de la UE, lo que significa que es un problema comunitario y no específicamente español.
Esta actuación, supuestamente fraudulenta, implica a las empresas dominantes en España: Repsol (además de sus marcas de abanderamiento Campsa y Petronor), Cepsa (propoiedad de la firma estatal IPIC del emirato de Abu Dabi) y BP. Estas 3 empresas copan el 73% del mercado, por lo que ya de por sí no existe mucha competencia, situación que se mantiene prácticamente desde el comienzo de la liberalización del sector a principios de los años noventa.
Por otro lado, según la CNE, los precios de 2012 subieron un 8% sobre 2011, en un aumento que no se explica solo por el encarecimiento de la materia prima. La asociación que las agrupa (Asociación de Productores de Productos Petrolíferos, AOP), apoyada en un informe encargado a Boston Consulting Group, trató ya el pasado año de desmontar las acusaciones de la CNC. Los principales argumentos son que la Comisión utiliza fuentes no válidas que no son homogéneas para todos los países y que comete errores de bulto en sus análisis.