Tal y como era de prever, la inclusión de un impuesto a los particulares que producen su propia energía no ha gustado entre los afectados, pero tampoco entre los organismos reguladores, lo que llama más la atención.
Dentro de este último grupo, la CNC (Comisión Nacional de la Competencia) se ha sumado a las voces críticas en contra del llamado peaje de respaldo y que el Ministerio de Industria defiende como una contribución de las personas en régimen de autoconsumo al resto del sistema. Según la CNC, que ha publicado este lunes un informe no vinculante sobre el anteproyecto de ley de la reforma energética, el impuesto es "discriminatorio, arbitrario" y, además, impide que los precios que pagan todos los usuarios por la luz sean más eficientes.
"Un consumidor en régimen de autoconsumo, a pesar de que no vierta energía a la red y no actúe como productor, se podría beneficiar efectivamente del respaldo que le proporciona el sistema, por lo que parece razonable que se responsabilice de algunos costes del sistema, afirma Competencia, pero "en términos análogos a los demás sujetos consumidores", advierte. Por este motivo, rechaza "peajes o cargos adicionales a los existentes para el resto de los consumidores" y recuerda que estos usuarios ya pagan un peaje de conexión a la red pública.
Pero Competencia va más allá y, tras alabar las ventajas del autoconsumo, insta al Ministerio de Industria a suprimir el polémico impuesto y tomar la dirección opuesta: incentivar la microproducción de energía. Entre los argumentos que ofrece para ello señala que contribuye a aumentar la independencia energética, algo particularmente importante para un país como España, enganchado a la energía exterior. También porque, teniendo en cuenta que el impuesto penaliza principalmente a la tecnología de las placas solares, que presenta menores costes que otras, se está perjudicando la eficiencia del sistema e impide a algunos grandes usuarios reducir costes, lo que lastra la competitividad de todo el tejido productivo.
En cuanto al precio de la energía, Competencia destaca que el autoconsumo "representa una presión competitiva que no procede limitar", sobre todo en un contexto de insuficiente competencia, como es el caso español. Según explica, producir uno mismo la energía en casa en tanto en cuanto es una alternativa para el consumidor, lleva a los mayoristas y minoristas a ofrecer tarifas "más eficientes" con vistas a desincentivar a estos clientes de comprarse las placas solares y montar una instalación en casa.
"En definitiva, el autoconsumo es una opción favorable a la competencia que sirve para disciplinar, al menos indirectamente, al sistema eléctrico cuando los costes del mismo son lo suficientemente elevados como para que, con economías de escala y de red muy inferiores, la opción del autoconsumo sea económicamente racional", resume la comisión. "De esta forma, también desde el punto de vista de competencia la autoproducción descentralizada no debería ser innecesaria o desproporcionadamente desincentivada, más bien al contrario", añade.
Sobre este punto y en relación a la situación general del mercado, el supervisor denuncia que el conjunto de la reforma aprobada por el Gobierno no soluciona la falta de competencia, que está en "niveles claramente insuficientes".